Otello nos narra una apasionante historia de lealtad, traiciones y desdichas, de poder y tramas. Esta ópera es la penúltima obra del compositor italiano, y se caracteriza por su estilo maduro y bien construido, que incluye la superación del bel canto rossiniano y la aparición de canto hablado. Aunque Verdi había jurado no volver a componer tras el éxito de ‘Aida’, finalmente cedió ante la insistencia de empresarios y promotores para dar vida a Otello.
El resultado fue una obra maestra que ha pasado a la historia como una de las mejores creaciones del músico más reconocido y adinerado de la Italia de su tiempo.
Para comprender mejor la importancia de Otello en el panorama operístico, es necesario conocer el contexto histórico y artístico en el que se desarrolló. En el siglo XIX, Italia estaba experimentando un fervor nacionalista y un renacimiento cultural conocido como el Risorgimento. Verdi, como compositor italiano, se vio influenciado por este movimiento y sus obras reflejan la pasión y el espíritu de la época.
Con Otello, Verdi demostró su madurez artística y su capacidad para innovar en el mundo de la ópera. Rompiendo con las convenciones del bel canto, Verdi introdujo elementos como el canto hablado y una orquestación más compleja. Estos cambios le dieron a la obra un realismo y una intensidad emocional que la distinguen de otras óperas de la época.
El éxito de Otello fue inmediato y la ópera se convirtió en una de las favoritas del público y la crítica. Su impacto fue tan grande que todavía hoy se representa en teatros de todo el mundo.