El 31 de octubre de 2003 el Centro de Arte Caja de Burgos CAB abrió sus puertas al público. Una iniciativa auspiciada que perseguía acercar, y a la vez dinamizar, la cultura contemporánea en nuestra ciudad desde la aportación artística más novedosa.

Desde entonces el CAB ha acogido más de 187 proyectos expositivos y más de 1674 actividades y acciones comunitarias.

Tras mostrar las obras relacionadas con las exposiciones de 2004 a 2007, el segundo ciclo de 20 años. 20 obras nos acerca a los proyectos desarrollados a partir de 2008 y hasta 2011. Las cuatro obras seleccionadas indagan en la interdependencia de procesos, técnicas y estrategias que caracterizan buena parte del arte de nuestro tiempo.

Joris Laarman experimenta en la delicada línea que limita diseño y arte. La utilidad asignada a los objetos funcionales se ve trastocada en un trabajo que discute la razón por la que estos son como son. Bridget Baker se desenvuelve en el terreno híbrido que separa el cine, la performance y la fotografía. Baker prepara las escenografías, dirige a los figurantes de sus obras mientras un tercero registra las tomas. Son, claro está, situaciones imposibles, elaboradas y complejas en las que se alude (como en esta “Transparent Girl”) a ritos ancestrales a través de objetos cargados de significado. Los cuidados dibujos de Eduard Resbier con frecuencia se relacionan con la fotografía y el cine. La composición, el encuadre y el cromatismo azulado parecen situarnos en el ámbito de la imagen en movimiento; sin embargo, la atmósfera neorromántica, las formas borrosas y la densidad del trazo nos devuelven a una pintura de apariencia figurativa y de raíz abstracta. Por último, Aparna Rao y Søren Pors (Pors&Rao) previeron la improbable convivencia de los mundos analógico-mecánicos y los digitales. Con una obra paródica basada en una máquina de escribir, se propusieron enviar correos electrónicos a cualquier parte del mundo. El resultado, como era de esperar, siempre estuvo por debajo de cualquier expectativa.