La candidatura de Burgos a Capital Europea de la Cultura ha recibido esta mañana el respaldo de un centenar de instituciones y agentes culturales, económicos y sociales en un acto celebrado en el Monasterio de San Juan. De esta forma, se cumple con uno de los parámetros establecidos por la Comisión Europea para poder ser Capital Europea de la Cultura y que es la constatación del apoyo de la sociedad burgalesa a este proceso.  

La adhesión es un peldaño más en el proceso de construcción de un proyecto que, desde su lanzamiento, en octubre del año pasado, ha ido dando pasos firmes. Principalmente, a través de la identificación de la narrativa, o ‘storytelling’ del proyecto, gracias a las reflexiones de un comité de expertos constituido en junio del año pasado. Este comité trasladó la justificación histórica de la narrativa del proyecto a la época renacentista de la ciudad, a los siglos XV y XVI, los siglos de esplendor de Burgos. Al mismo tiempo, el comité proyectó al año 2031 las principales amenazas de la ciudad para situar la Capital Europea de la Cultura, la cultura, como eje vertebrador del territorio.

Por eso el slogan de Burgos 2031 es Renacimiento, y por eso el relato de la candidatura configura a la ciudad como ejemplo de ciudad media europea que se enfrenta a tres grandes retos, que son comunes a muchas ciudades europeas. Estos desafíos son la despoblación, el envejecimiento y la fuga de talento. El profesor de la Universidad de Burgos, Gonzalo Andrés, realizó una intervención centrada en las características de una ciudad intermedia como Burgos y la necesidad de unir la cultura y el sector industrial de la ciudad. A continuación, el alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, recordó la importancia de lograr una gran participación social para la construcción de la candidatura y la necesidad de diseñar un proyecto colaborativo, sostenible e inclusivo.

Además, Burgos 2031 ha presentado su identidad visual. Promueve Burgos lanzó el pasado 9 de marzo un concurso de ideas abierto a diseñadores de toda España con el objetivo de lograr el logotipo de la candidatura. Finalmente, se presentaron 11 empresas que sumaron 15 propuestas diferentes. El jurado de nueve miembros seleccionó el diseño de la empresa Cromátika, una propuesta que basa su creatividad en el arco de medio punto, la armonía y la proporción áurea renacentistas.